Las cooperativas de viviendas de Mundo Afro: reparación y empoderamiento
Las cooperativas de viviendas de Mundo Afro representan un ejemplo inspirador de acción afirmativa y reparación simbólica dirigida a la población afrodescendiente en Uruguay. Estas iniciativas surgieron a través del Grupo de Apoyo a la Mujer Afro (Gama) en colaboración con la Intendencia de Montevideo y el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial. Desde la primera Ufama (Unidad Familiar Mundo Afro) en 1998 hasta las cooperativas actuales en proceso de construcción, estas iniciativas han demostrado un compromiso valioso con la equidad, la justicia y la dignidad de las personas afrodescendientes.
La historia de las cooperativas de viviendas de Mundo Afro está profundamente arraigada en la lucha de las comunidades afrodescendientes por la justicia social y la igualdad de oportunidades. En 1996, el Grupo de Apoyo a la Mujer Afro (Gama) tomó la iniciativa de formar la primera Ufama, marcando un hito en la lucha por la reparación de las injusticias históricas sufridas por los afrodescendientes debido a la trata, la esclavitud y el crimen. En agosto de 2010, 36 familias recibieron las llaves de sus nuevas viviendas, marcando un paso significativo en la reparación de las heridas del pasado.
Reparación simbólica y acción afirmativa
La adjudicación de viviendas a familias afrodescendientes por parte de la Intendencia de Montevideo refleja una política de acción afirmativa y reparación simbólica. Esta política se inscribe en el marco del decenio de las personas afrodescendientes (2015-2024), declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Estas iniciativas representan un esfuerzo concreto para abordar las problemáticas habitacionales y sociales que han afectado a las familias afrodescendientes a lo largo de generaciones.
Las cooperativas de viviendas no solo ofrecen un techo seguro y digno a las familias afrodescendientes, sino que también fomentan el empoderamiento y la autonomía. A través de la participación activa en la construcción y conformación de estas cooperativas, las familias afrodescendientes han demostrado su capacidad para unirse y superar desafíos históricos. La experiencia de UFAMA AL SUR es un testimonio conmovedor de cómo un grupo de mujeres afrodescendientes se unió para abordar las necesidades básicas de sus comunidades y desafiar la discriminación arraigada en la sociedad.
Un aspecto notable de estas cooperativas es la presencia de liderazgo femenino en su conformación y gestión. Claudia de los Santos, vicepresidenta de las Unidades Familiares Mundo Afro, destaca que esta elección fue una respuesta consciente a la sociedad machista y a la realidad económica en muchas familias afrodescendientes, donde las mujeres a menudo desempeñan un papel crucial como proveedoras. Esta elección no solo desafía las normas de género, sino que también refuerza el papel vital de las mujeres en la construcción de un futuro más igualitario y justo.
Las cooperativas de viviendas de Mundo Afro representan una poderosa narrativa de reparación, lucha y empoderamiento. Estas iniciativas han proporcionado viviendas dignas a familias afrodescendientes, al mismo tiempo que han desafiado la discriminación arraigada en la sociedad y han empoderado a las mujeres como líderes en la búsqueda de un futuro más equitativo. A medida que estas cooperativas continúan su proceso de construcción y conformación, su legado perdurará como un recordatorio del poder de la solidaridad y la determinación en la creación de un mundo más inclusivo y justo para todos.
Experiencia de UFAMA AL SUR
En un testimonio lleno de determinación y lucha, las voces de Alicia García, Mirta Silva y Claudia de los Santos se unen para relatar la historia y los desafíos que enfrentaron en la creación de UFAMA AL SUR, Unidades Familiares Mundo Afro al Sur.
Alicia García, una residente comprometida, destaca que todo comenzó con la necesidad de abordar las carencias fundamentales que afectaban a las mujeres afrodescendientes en la sociedad. A medida que las mujeres se unían, surgió un enfoque claro en la vivienda, una necesidad apremiante para el colectivo. Mirta Silva añade que, además de la vivienda, también se destacaron otras problemáticas como la discriminación y la falta de acceso a la educación, especialmente para los menores en la población afrodescendiente. La historia de la esclavitud y el desconocimiento de la misma también emergieron como cuestiones cruciales a abordar.
Claudia de los Santos, secretaria general y edil, resalta la importancia de la jefatura femenina en el proyecto. En una sociedad machista, el programa se originó en un grupo de apoyo a las mujeres afrodescendientes y promovió la noción de la jefa de familia como proveedora económica. Esta idea se arraigó en la realidad de muchas familias afrouruguayas.
El esfuerzo colectivo tomó forma alrededor de 1989, cuando un grupo de mujeres dentro de Mundo Afro se unieron para luchar por los derechos de las mujeres, los niños y las personas afrodescendientes. A pesar de la discriminación y las necesidades insatisfechas, perseveraron durante años administrativos y lograron obtener un terreno.
El lugar donde se asentarían las Unidades Familiares Mundo Afro al Sur fue un sitio con un pasado oscuro. Originalmente talleres de la intendencia y un corralón de camiones de basura, se reveló que este lugar había sido utilizado para torturar a personas. Amnistía Internacional lo había declarado como un espacio libre de tortura. A pesar de las dificultades, el grupo se esforzó en transformar el edificio de 1927 en 36 apartamentos habitables. Sin embargo, surgió resistencia por parte de un grupo que se oponía a la presencia de mujeres afrodescendientes en el barrio, lo que llevó a un acto de desagravio histórico.
Este acto de desagravio fue un punto de inflexión para el colectivo. Las mujeres de UFAMA AL SUR fueron atacadas no solo como individuos, sino como representantes de todo el colectivo afrodescendiente. La comunidad se unió en solidaridad, destacando la existencia de racismo en la sociedad. El apoyo proveniente de diferentes ámbitos, como lo artístico y lo cultural, fue fundamental para contrarrestar esta discriminación.
Alicia García subraya cómo el acto de desagravio recibió un respaldo diverso, uniendo a personas de diferentes estratos sociales en contra de la discriminación racial. Claudia de los Santos agrega que este momento marcó una etapa en la que un grupo social organizado enfrentó la adversidad y se alzó para luchar por sus derechos.
La experiencia de UFAMA AL SUR es una inspiradora historia de lucha contra la discriminación, la promoción de la jefatura femenina y la perseverancia en la obtención de viviendas dignas para las mujeres afrodescendientes en Uruguay. A través del empoderamiento colectivo y el rechazo a la discriminación, este proyecto demuestra la fuerza de la unidad y la voluntad en la búsqueda de la igualdad y la justicia.
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